No me han sido planteados los criterios difamatorios de la orfandad autoimpuesta. Que de mi voluntad no ejerzo. No tiene precio lo que es invaluable y los hechos discurren a placer del tiempo.
No le son cuestionadas las flagelaciones a los que las infligen. Más bien le son aplaudidas.
Seres nimios, flagrantes, obtusos desfilaran frente a sus ojos y él seguramente no esperará nada de ellos. Bastara la mirada tibia, la mano abierta otorgando su golpe, hablando desavenencias, hablando de lo que no pudo leer en otras. ¡OH si! Querrá hablar la furibunda mano y con ella imprimir su huella donde ningún mortal oso ponerla. Caminando y abierta, la mano y sus líneas de destino marcadas, de años pasados, seguirá empleando plumas, seguirá gritando.
Ahora mismo piensa si los mismos dedos, aquellos que entrelazaron cabellos amados, mañana esgrimirán armas que maten, que acechen y desuelen todo aquello que le fue interpuesto para ser odiado.
Menem, farsa y tragedia
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Análisis de la serie *Menem, el show del presidente* (Ariel Winograd, Prime
Video, 2025), a cargo de Oscar Cuervo, en conversación con Maximiliano
Diomed...
Hace 2 semanas
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